A couple of Sundays ago Charlie and I were sitting in the Sunday School class room waiting for the lesson to begin when I was handed this paper:
Molly's formal invitation to speak. There was a similar one for Charles. |
Then it hit me, I was going to have to speak in church for ten minutes in Spanish. After I got over the shock, I agreed to do it.
Our topic was The Temple, which we love and have testimony of and experience to draw from. It was sweet to prepare for and think about. We were also inspired the next Sunday at Stake Conference when Elder Bednar came and spoke to us about ordinances, covenants and the Temple.
I thought that I would write the whole talk out in English and then have Google Translate help me put it into Spanish. What I ended up doing however, was thinking what I wanted to say a line at a time, saying it (on paper) in Spanish, then checking with Google to see how close I got. It was a very good exercise for me. I quite enjoyed the process and I didn't need as much correcting as I thought I would. I found some wonderful quotes that were already translated into Spanish, which helped.
Charlie's process for writing his talk was a little different than mine, because he already has a good handle on the language. He started out in English, but his brain was already thinking in Spanish, so he just skipped the English altogether.
Once our talks were written, we read them out loud to each other and recorded them so we could hear ourselves. Charlie was able to help me with pronunciation and wording (Google doesn't always get the dialect right). We printed up the final copies with corrections and highlights to help us remember things.
The experience of actually giving the talks was sweet. The Bolivian people, at least in our experience, are very reverent. They listened and the Spirit helped us all. I felt and understood the words that I was saying. It was wonderful to be able to testify to them in their language and know that they understood.
Charlie spoke from his heart without reading much of his talk. The people in the congregation, as far as I could tell were touched by his words. I really enjoyed his talk.
We feel grateful for the opportunity and even more grateful for The Lord's help in preparing for and giving the talks.
We would like to share them with you here. Yes, they are in Spanish. If you don't want to try and understand the Spanish, just copy and paste them into Google Translate. The translation is adequate to understand what we were talking about.
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Molly's talk:
Mis queridos hermanos y hermanas. Estoy muy feliz estar con ustedes. Mi esposo y yo estamos agradecidos por la oportunidad de participar en su barrio. Sentimos su bienvenida y nos disfrutamos venir. Gracias por su amistad.
Somos misioneros en el templo por dos años. Estamos encantados de servir en el templo, especialmente con los fieles miembros de Cochabamba, como ustedes.
Amo a servir en el templo. Deseo compartirles algunas de mis sentimientos acerca del templo.
Por favor discúlpeme por mi español. Espero que el Espíritu Santo nos enseñará a todos las cosas que debemos entender y sentir.
El templo es la casa de Dios. Nos invita a todos y nos quiere venir a Su casa, porque Él nos ama. Sentimos Su amor cada vez qué entramos en el templo. Estamos bendecidos de tener el templo muy cerca. Estoy encantada de ver ustedes en el templo.
En el templo las familias se unen para siempre. Presidente Ezra Taft Benson dijo:
“El deseo de Dios es que todo hombre y mujer adulto de la Iglesia reciba las ordenanzas del templo. Eso significa que deben recibir la investidura y que todo matrimonio se debe sellar por la eternidad. Esas ordenanzas brindan una protección y bendición a su matrimonio. Sus hijos también son bendecidos por nacer en el convenio. Nacer en el convenio da un derecho de nacimiento a esos hijos que les garantiza ascendencia eterna independientemente de lo que les suceda a los padres, siempre y cuando los hijos se mantengan dignos de las bendiciones.” ~Ezra T. Benson (Chapter 13)
Me encanta ver a la gente viniendo al templo para hacer la obra por sus propios antepasados. Fui bendecido a representar a una de las hijas en un sellado en vivo. Una hermosa hermana mayor estaba sellada a su esposo fallecido y tres hijas fallecidas. Ella tenía dos hijos adultos que viven, que también estaban siendo sellados. ¡Qué honor para mí compartir esta dulce sellado. Todos sentimos el amor del Señor y el amor de la familia. Me encantan estas experiencias en el templo.
El templo nos da poder contra el mal y la fuerza para hacer lo que tenemos que hacer.
Presidente Ezra Taft Benson dijo tambien:
“Mediante las ordenanzas que reciben en lugares santos, los santos estarán armados con rectitud e investidos con el poder de Dios en gran medida.
“Hay un poder que se relaciona con las ordenanzas del cielo, sí, con el poder de la divinidad, que puede frustrar y que de hecho frustrará a las fuerzas del mal si somos dignos de tales bendiciones sagradas. [Nuestra] comunidad será protegida, nuestra familia recibirá protección, nuestros hijos serán salvaguardados conforme vivamos el Evangelio, asistamos al templo y vivamos cerca del Señor.” ~Ezra T. Benson (Capitulo 13)
Al servir en el bautisterio, he estado muy impresionado con los jóvenes que vienen al templo. Ellos son reverente y parecen entender la importancia de su servicio.
Escuchan y responden al presidente del templo con sabiduría y testimonio.
Sus jóvenes están siendo bendecidos con poder para luchar contra Satanás y superar la influencia del mundo.
En la conferencia de estaca el domingo pasado, Elder Bednar dijo que si los jóvenes son dignos y van al templo con regularidad serían capaces de resistir a Satanás.
Creo que a medida que servimos a nuestros antepasados en el templo, que serán capaz de bendecir nuestras vidas, especialmente las de nuestros hijos.
Escribí a las mujeres jóvenes de mi barrio en los Estados Unidos sobre los fieles jóvenes en Bolivia los cuales ayudé en el bautisterio. Una joven, Hope Merrill, me respondió con estas palabras:
"De mi amor a los jóvenes valientes allí. Hágales saber que estamos reunidos en todo el mundo por la misma causa, y que su servicio (donde quiera que sea) es muy apreciada en los ojos del Señor. Es increíble saber que los jóvenes de todo el mundo están trabajando hácia el mismo objetivo!"
En el templo estamos enseñados mediante de la revelación personal.
Continuando con las palabras de Presidente Benson:
“A medida que frecuentamos el templo, recibimos conocimiento sobre el significado de la travesía eterna del hombre. Vemos simbolismos hermosos e impresionantes de los acontecimientos más importantes --pasados, presentes y futuros-- que representan la misión del hombre con relación a Dios. Se nos recuerdan nuestras obligaciones conforme hacemos convenios solemnes referentes a la obediencia, la consagración, el sacrificio y el servicio dedicado a nuestro Padre Celestial.
“Les prometo que, con una mayor asistencia a los templos de nuestro Dios, recibirán mayor revelación personal para bendecir su vida al mismo tiempo que bendicen a aquellos que han fallecido.
“En la paz de estos bellos templos, encontramos a veces la solución de los problemas serios de la vida. Bajo la influencia del Espíritu, a veces en esos sitios emana a nuestra alma un conocimiento puro. Los templos son lugares de revelación personal. Cuando me he sentido abrumado por algún problema o dificultad, he ido a la casa del Señor con una oración en mi corazón en busca de respuestas y las he recibido de un modo claro e inconfundible.” ~Ezra T. Benson (Capitulo 13)
He visto hermanas vienen al templo con corazones pesados. Al salir parecen estar más en paz con sus cargas son aligerados. Una vez más, el templo es sobre el amor. Nuestro Padre Celestial nos quiere ayudar.
Presidente Monson dijo en conferencia general:
“Cuando pienso en los templos, recuerdo las muchas bendiciones que allí recibimos. Al entrar por las puertas del templo, dejamos atrás las distracciones y la confusión del mundo. En el interior de ese santuario sagrado hallamos belleza y orden; allí hay reposo para nuestra alma y descanso de los afanes de la vida.
“Cuando asistimos al templo, podemos recibir un nivel de espiritualidad y un sentimiento de paz que superaran cualquier otro sentimiento que podría penetrar el corazón humano. Comprendemos el verdadero significado de las palabras del Salvador cuando dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”.
“Esa paz puede penetrar cualquier corazón, ya sea que esté atribulado, abrumado por la aflicción, se sienta confundido o esté clamando por ayuda.” ~Pres. Monson (blessings of the temple April Conference 2015)
Yo sé qué el templo es la casa de Dios. Sé qué Él nos ama. Él quiere qué nos regresemos a Él. Por medio del templo nos podemos regresar a Él con nuestra familia. Estoy agradecida que puedo servir un misión en el templo con mi esposo. Yo amo a mi Padre Celestial y Su Plan de Felicidad. Amo a mi Salvador Jesucristo. Yo amo Su Evangelio. Gracias por esta oportunidad de compartir mi testimonio. En el nombre de mi Salvador Jesucristo Amén.
Charles' Talk:
Templos – Barrio Linde 30 Agosto 2015
Mis queridos hermanos y hermanas.
Estamos muy agradecidos de estar aquí en su hermoso país. Nos da mucha alegría tener la oportunidad de servir aquí en el Templo.
Me gustaría darles un poco de nuestra historia para que nos conozcan un poco mejor primero.
Algunos de Ustedes ya saben que yo serví mi misión aquí en Bolivia. Trabajé en Punata durante siete meses, en Santa Cruz, y La Paz, y encontré gente de aquí que me he acordado en todos estos años con cariño y amor. Al cumplir mi misión y regresar a casa, siempre tuve el deseo de volver aquí algún día.
Antes de que nos casamos, mi esposa y yo hablamos a menudo de la obra misionera, y la importancia de esta obra en nuestras vidas. Sus padres eran conversos, y ella siempre fue un ejemplo de ser misionero entre sus amigos, compartiendo su testimonio, como se dice en Mosíah capítulo 18, versículo 9:
9 sí, y estáis dispuestos a ... ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis …
Ella no había tenido la oportunidad de servir en una misión de tiempo completo como yo, pero su deseo era tan grande que hicimos la meta de servir juntos un día. La esperanza era de servir a los hijos de Lehi, ojalá en Bolivia, si esto era lo que Dios quería.
Hace un año, más o menos, empezamos a recibir inspiración que había llegado la hora de que debemos servir. Con gran alegría, recibimos la llamada de un profeta de Dios para servir aquí en Bolivia, en el Templo.
Desde llegar, hemos tenido muchas experiencias muy dulces en el templo, y experiencias con personas que yo había conocido hace muchos años.
El Domingo pasado, el Elder Bednar habló de las ordenanzas de la Santa Cena, y del Bautismo. En el Templo, realizamos otras ordenanzas. Recibimos las ordenanzas de la iniciatoria, la investidura, y el sellamiento para nosotros, y participamos en todas las ordenanzas del templo para nuestros antepasados. Asociados con estas ordenanzas son sagrados convenios y bendiciones. También, recibimos instrucciones y enseñanzas que son esenciales para nuestra salvación y la felicidad.
Una cosa que es importante para nosotros a recordar, es que las ordenanzas del templo están realizadas individualmente. ¿No sería más rápido y más eficiente de hacer las ordenanzas por muchas personas a la vez? Si pudiera cada uno de nosotros ser bautizados por todos nuestros antepasados con un solo bautismo, la obra progresaría mucho más rápido, no es verdad? Pero, las ordenanzas están realizadas por una persona a la vez.
También, sería más eficiente de solamente tener una ordenanza. Pero, cada ordenanza nos enseña cosas importantes, y los convenios asociados son distintos. Por eso, creo yo que Nuestro Padre Celestial ha diseñado las ordenanzas así. El énfasis de la obra del Templo es en cada persona individualmente, y en las enseñanzas y convenios de cada ordenanza. Yo creo que este es una manera mucho más beneficio para nosotros, de tener el tiempo de meditar y aprender línea sobre línea.
El Bautismo es familiar a todos nosotros, y por eso, voy a usarlo como modelo de las ordenanzas del templo.
En el bautismo, hacemos un convenio entre nosotros y Dios. En las oraciones sobre la Santa Cena, se nos recuerda de las promesas que hacemos, o nuestra parte del convenio. Testificamos que estamos dispuestos a:
1. Tomar sobre nosotros el nombre de su Hijo
2. Recordarle siempre
3. Guardar sus mandamientos
De su parte, Dios nos prometa que:
1. Siempre podemos tener su Espíritu con nosotros
Del mismo modo, cada ordenanza del Templo tiene convenios entre nosotros y Dios. Me acuerdo muy bien los sentimientos que tuve cuando recibí mis investiduras. Las bendiciones prometidas del parte de Dios son muy dulces y poderosas, y muy sagradas. Al servir en el Templo, mi esposa y yo tenemos muchas oportunidades de acordarnos de estas bendiciones, tal como las promesas que hacemos. Por esta razón, es importante de ir al templo frecuentemente. Al asistir al templo, y participar en las ordenanzas del templo, escuchamos cada vez los convenios y lo que prometimos nosotros y las bendiciones que Dios nos promete. También, es importante de tener tiempo, en un lugar tranquilo y quieto donde el Espíritu puede inspirarnos, donde podemos meditar sobre estos convenios sagrados.
Pero, hay otro tiempo y lugar, donde podemos meditar sobre nuestros convenios.
En la Conferencia General de Abril, 2006, Elder L. Tom Perry citó lo siguiente del Elder Delbert L. Stapely:
“El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo es un convenio entre Dios y Su pueblo… Cuando un siervo de Dios autorizado nos bautiza, hacemos convenio de hacer la voluntad de Dios y de obedecer Sus mandamientos… Al participar de la Santa Cena, renovamos todos los convenios que hemos concertado con el Señor y prometemos tomar sobre nosotros el nombre de Su Hijo, recordarle siempre y guardar Sus mandamientos” (en Conference Report, oct. de 1965, pág. 14).
Entonces, durante la administración de la Santa Cena, sería un buen tiempo en mi opinión, de meditar sobre lo que significa para mí, las ordenanzas, y los convenios que he hecho en el bautismo, la confirmación, y las ordenanzas y convenios del templo. También, creo que nos fortalecerá de reconocer como las ordenanzas y convenios nos han bendecidos. Ambos personalmente tal como en nuestras familias, en nuestro trabajo, y en nuestra relación con nuestro Padre Celestial.
Ahora, quiero hablar un poco de cómo podemos hacer nuestra experiencia en el templo más dulce, y más poderosa para nosotros.
Una de las cosas más maravillosas para mí y mi esposa, al hablar de nuestras experiencias en el templo, es cuando hay un sellamiento de una familia con hijos menores. Cuando vengan al templo, son puros e inocentes. Es fácil imaginar que ellos vienen con la esperanza pura de que van a ver a Dios o a Jesús. Sus corazones son puros, y abiertos al Espíritu. Cuando entran en el cuarto de sellamiento, vestido todo en blanco, ellos son el ejemplo perfecto de pureza.
En Mateo, capitulo 18, versículos 3 y 4, leemos:
3 y dijo: De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Entonces, tenemos que hacernos como niños, humildes, puros, e inocentes. Tenemos que hacer las cosas que van a protegernos de las influencias del mundo. Al ir al templo, tenemos que preparar nuestros corazones para que sean listos a sentir y entender la inspiración que vamos a recibir como fuéramos puros como los niños.
Yo quiero citar una escritura que nos ayuda a prepararnos al ir al templo. Porque Él nos ama, ha preparado el templo y las ordenanzas para nuestro beneficio. Al pensar sobre las enseñanzas y bendiciones del templo, creo que es importante recordar tan grande son estas cosas. Leemos en 1 Corintios, capitulo 2, versículo 9:
9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para aquellos que le aman.
Las cosas que Dios nos ha preparado son más grande de cualquier otra cosa. Y, sí aprendemos a amar a Él como Él nos ama, vamos a poder recibir bendiciones más grandes que lo que podemos imaginar. El templo es un a casa del amor de Dios para nosotros.
Entonces, estas son algunas maneras de prepararnos – meditar sobre nuestras convenios y bendiciones durante la administración de la Santa Cena, purificar nuestras corazones, y aprender a amar a Dios en todas las cosas.
Cuando estamos en el templo, tenemos que dejar los asuntos del mundo afuera, y gozar en el Espíritu el cual esté en el templo. Cuando estamos preparándonos para ir, tenemos que asegurarnos que hemos reservado suficiente tiempo de enfocarnos completamente en las ordenanzas.
Por último, la reverencia al asistir el templo es crítico. El Presidente Richard Walker, quien fue el Presidente del Templo de Salt Lake dijo:
¨El desarrollo de una actitud de reverencia en nuestras vidas se abrirá los canales espirituales de la comunicación en el templo.¨
Mientras estemos en el templo, podemos fortalecer nuestro entendimiento de las doctrinas y enseñanzas del temple por considerarlas de esta manera:
1. ¿Cuál es el principio doctrinal que está sido enseñado?
2. ¿Cómo está relacionado este principio con el Señor, su expiación, y su divinidad?
3. ¿Qué significa esto para mí, y cómo voy a aplicarlo a mi vida?
Como he indicado previamente, un principio que podemos reconocer de la manera que cada ordenanza está realizada individualmente, es que cada persona está importante al Señor, que Su expiación fue realizado para bendecir cada uno de nosotros individualmente. Al entender esto, me da la seguridad y fuerza de conocer que Dios me conoce individualmente, me ama, y todo lo que Él ha criado, me ayudará a tener felicidad en esta vida y volver a vivir con Él.
En conclusión, quiero animarles a hacer lo que necesita para beneficiarse de las bendiciones del templo:
1. Obtenga una recomendación para el templo, y manténgalo actual. Hable con su Obispo si tenga preguntas.
2. Vaya al templo para realizar su propia investidura y sellamiento a su esposo e hijos.
3. Vuelvan al temple con preparación para aprender y recibir inspiración.
a. Haga la obra de la historia familiar para identificar sus antepasados, y llevar sus nombres al templo.
4. Mediten sobre los convenios y bendiciones asociados con cada ordenanza del templo.
Testifico del poder de las ordenanzas, los convenios, y las bendiciones del templo en nuestras vidas. En el nombre de Jesucristo, amen.
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